Por fuera el matadero de la Estancia San Gregorio mantiene una fachada digna. La estructura de madera de varios pisos luce bien, y los restos de pintura reflejan esos tonos que se ven tan atractivos con las luces del atardecer:
Por dentro se está desmoronando… No falta mucho para la muerte del matadero. Cada planta tiene una estructura de madera sobre la que construyeron pisos de cemento. Años de falta de mantenimiento e intemperie hace que la madera no resista y que los pisos se vayan cayendo. Da temor recorrerla, pareciera que en cualquier momento todo se viene abajo. Llaman la atención las canaletas para encausar la sangre de los animales sacrificados, que a su vez se vertía hacia el mar.
Han quedado en su interior una gran cantidad de cueros y huesos de oveja, como si se resistiera a dejar de lado su pasado, y a la vez de ofrenda mortuoria para el día en que finalmente termine de engullirse a sí mismo:
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Muchas gracias por mirar.
Mariano
hermosas las fotos….se siente mucho amor a la fotografía y a la Patagonia por tu parte. Comparto totalmente. Saludos
Muchísimas gracias por tus palabras Susana. Qué bueno que lo compartas también.
Saludos
Hermosas fotos. Y excelente relato!
Muchísimas gracias!. Te mando un saludo Graciela