Llegamos a Las Ovejas luego del mediodía y con hambre. Pasamos por un almacén que tenía un surtido variadísimo de cosas para hacer compras de último momento. Ahí nos recomendaron un “comedor” – como le dicen apropiadamente en el norte neuquino a los restaurantes – donde nos atendieron muy bien y prometimos regresar para cenar al día siguiente.
Nuestra idea para la próxima jornada era fotografiar el atardecer desde un mirador frente a la Cordillera del Viento y el valle del río Neuquén. Según la aplicación PhotoPills el sol se iba a poner poco después de las 20:00. Como (otra vez) teníamos hambre pasamos por el comedor a las 19:00, la hora que nos dijeron que abrían, pero no tuvimos suerte. Luego de esperar un rato nos dimos cuenta cómo iba llegando la hora dorada y nos asaltó la idea de que nos perderíamos un atardecer fabuloso. Aceleramos durante los ocho kilómetros que nos separaban del mirador y con alivio presenciamos esta magnífica escena:
El mirador tiene un desnivel abrupto, y mientras Ken se quedaba un poco más arriba para filmar la puesta de sol, bajé un hasta que lo perdí de vista. No me daba el tiempo para admirar el entorno y tratar de fotografiarlo mientras cambiaba aceleredamente al variar la luz y las nubes. Había un viento implacable que hacía muy difícil disparar la cámara sin que registre nuestro movimiento. Pronto me encontré usando el trípode:
Había un rango diverso de nubes lenticulares sobre toda la cordillera, bañadas por la luz cálida de los últimos rayos de sol. Desde el valle se escuchaba el balido de cientos de cabras de los crianceros trashumantes:
Las nubes se reconfiguraban permanentemente en formas, tamaños y lugares, produciendo secuencias únicas e irrepetibles:
Finalmente, me di por satisfecho con lo que había fotografiado, y me quedé contemplando durante unos minutos más la maravilla que me rodeaba. Estaba feliz y agradecido.
Lentamente acomodé todo el equipo y comencé a regresar, cuando justo me lo encuentro a Ken que no podía creer lo que habíamos presenciado y también había registrado todo como había querido. ¡Misión cumplida!:
Muchas gracias por mirar.
Mariano
hola mariano, hermosas fotos y experiencia en la Cordillera del Viento. Amo el Rio Neuquen. Lo he bajado en balsa de rafting un par de veces. Los lugares son de otro mundo. sdos, pml
¡increíble trabajo¡¡¡ me encantaria recorrer esa zona y quedar pipon de ver tanta belleza¡¡tu arte para captar esos instantes, como siempre..sublimes¡¡¡¡gracias x compartir¡¡
Qué bueno!!, me alegro que te gusten!!. Saludos
Tus fotografías me parecen sublimes aprovechando oportunamente las circunstancias de la naturaleza, como esos primeros o últimos rayos horizontales de luz. Cosas que me apasionan.
¡Muchísimas gracias Helena!
Gracias por compartir tus miradas. Admiro mucho tu hacer con la cámara y el alma que pones en ello. Saludos desde Zamora.
Gracias por compartir tus miradas. Admiro mucho tu hacer con la cámara y el alma que pones en ello. Saludos desde Zamora.
¡Me alegro mucho que las disfrutes!. Saludos desde el sur.
Que calidad de trabajo, de imágenes…… se ve pasión en cada uno de ellas. TE FELICITO!!!!!
Muchísimas gracias!!!
Fotos increíbles, fantásticas gracias por compartir y regalarnos estas maravillosas vistas
Me alegro mucho que te gusten!
que maravilla esas nubes. Parecen pinceladas casuales de algun artista que sin mucho pensar sacudio pintura al cielo.
lindisimo!
Gracias Mariana!. Me gustaron tus palabras. Es fantástico encontrarse con estas manifestaciones aleatorias de la naturaleza…
Guauuuuuuuuuuuuu! Realmente quedé maravillada! Me atraparon esas nubes artisicas, imponentes, que demuestran una vez más, la belleza que nos rodea! Un placer mirar…..Abrazo a los dos!:)
Muchas gracias Claudia!!!. Qué bueno que otras personas también se maravillen por la belleza que nos rodea…
Mariano:como no ver tan hermosas fotos si son espectaculares!!! Gracias por compartirlas.
Muchas gracias a vos también Amanda!!!