Mi familia por parte de mi padre tiene conexión con Ingeniero Jacobacci, ya que ése fue el destino de mi abuelo Fermín Srur cuando emigró desde Líbano en 1919. Incluso tengo parientes allá, y gracias a mi prima Eyeni Surur conseguimos que Jeremías Aguilera, amigo de su familia, nos hiciera un recorrido guiado por los talleres ferroviarios de la localidad.
Sede de la mítica Trochita, Jacobacci concentró una actividad ferroviaria muy importante desde mediados de la década de 1910 y fines de los años ochenta.
Actualmente la empresa estatal Tren Patagónico es la que se ocupa de mantener estas maquinarias. Jeremías comenzó a trabajar hace unos años en la restauración de las locomotoras y vagones que se utilizan para hacer charters turísticos a distintas estaciones de la línea. Es joven y representa a una nueva generación de trabajadores ferroviarios que han aprendido y aman su oficio.
Da gusto escuchar sus explicaciones sobre cómo se las ingenian para poner en funcionamiento las calderas antiguas y cómo las han reconvertido para utilizar gasoil, ya que el fueloil que utilizaban originalmente no se consigue más en el mercado.
En uno de los talleres encontramos una locomotora a vapor de trocha normal, que hacía la excursión entre Bariloche y la estación Perito Moreno, pero que actualmente no está en funcionamiento:
Los trabajadores ferroviarios han respetado detalles históricos que todavía se pueden encontrar dentro de las instalaciones:
Los talleres conservan ese aire antiguo que caracteriza tanto a la Trochita:
También hay vagones restaurados, que son los que transportan a los turistas extranjeros de los charters:
Subiendo a una locomotora, Jeremías explica con detalle la función de cada uno de sus mandos, y les puedo asegurar que no es nada fácil controlar esa maquinaria:
Dentro del silencio del taller me conmueve encontrarme con esta escena:
El vagón tender de la locomotora a vapor también aporta su presencia al conjunto. Es el encargado de llevar agua y combustible para que funcione el motor:
Atardecer y crepúsculo
Agradecemos a Jeremías por el tiempo que nos dedicó y continuamos hacia el Oeste de Jacobacci, donde luego de unos kilómetros, encontramos un cementerio al aire libre de vagones de la Trochita:
Según cuenta Antonella Chameli, estos vagones estaban en la playa de maniobras en el centro de Jacobacci, sometidos crecientemente al vandalismo luego de la clausura del ramal, así que se tomó la decisión en la década de 1990 de mudarlos a esta ubicación:
Es sobrecogedor caminar a lo largo de decenas de vagones, abandonados a su suerte en la estepa:
Fueron protagonistas del momento de esplendor de la actividad ganadera y minera en la región, y ahora esperan muy lentamente su final en estas vías muertas:
El proyecto ferroviario original contemplaba unir este ramal desde Esquel al ferrocarril del Valle de Chubut, que llegaba hasta Puerto Madryn, pero jamás se completó.
Se mezclan sensaciones opuestas dentro de mí: alegría por presenciar este lugar y momento, y melancolía por lo que pudo ser…
Baja el sol y soy testigo, en el más amplio sentido, del crepúsculo de la Trochita en la estepa:
Muchas gracias por mirar.
Mariano
un viaje al pasado…con aire de nostalgia..viendo la desidia de politicos y gobernantes que pudiendo hacer historia ..se dejan apoltronar tras sus escritorios…y..en vez de formar parte de la historia prefieren desecharla…en otros paises…se hubiera declarado patrimonio de la humanidad….aca…es solo chatarra.y por ese sendero…vamos…
Tal cual Willy, ojalá podamos revertirlo alguna vez.
Este camino
ya nadie lo recorre,
salvo el crepúsculo
Haiku de Matsuo Basho(1644-1694)
Muy buenas palabras José…
Excelente relato y los documentos gráficos son… me ponen la piel de gallina. Sigo siempre sus publicaciones, me hacen viajar desde mi casa. Desde acá mi agradecimiento.
Qué bueno Pablo, me alegro que te gusten. Te mando un saludo.
Me encantaron las fotos Mariano. No tuve nunca el privilegio de andar en esta Trochita, pero espero hacerlo algún día. Realmente la atmósfera de antigûedad se notan perfectamente en las fotografías. Como siempre una maravilla las fotos y el relato lleno de nostalgia. Un gusto.
Muchas gracias Erica. Y ojalá puedas hacer esa excursión, desde Esquel hay una frecuente.
Como siempre, un trabajo excelente ! Felicitaciones Mariano …
¡Muchas gracias!
Muchas gracias mariano por mostrarnos parte de los restos de la trochita. Para mi es muy conmovedor, mi padre trabajo en el ferrocarril de Esquel a Jacobasi . Mi primer viaje en tren fue desde Esquel a Jacobasi en 1956 y desde allí a Bs As. no Volvi hasta después de muchos años y fue en avión….
Qué bueno… Me alegro mucho de acercarte ese recuerdo. Te mando un saludo.
Mariano, en Esquel todavía esta la trochita y sigue haciendo sus viajes 🙂
Si Rodrigo, hice la excursión corta, muy buena!
Gracias Mariano!!!a por recordarnos a la histórica trochita. Tuve la , oportunidad de viajar varias veces en ella. Donde la salamandra
encendida nos daba excelente calefacción. y donde se podía calentar agua si se deseaba. Una gran pena que algo tan histórico y a su vez ecológico no se conserve para transitar esa parte de la estepa patagónica.
Gracias.
¡Qué suerte que hayas podido hacerlo!. Yo demoré mi decisión y luego fue tarde…
” Se mezclan sensaciones opuestas dentro de mí: alegría por presenciar este lugar y momento, y melancolía por lo que pudo ser…” — Tal cual, mi sensacion tambien. Que bueno seria que eso se revitalice, que se termine mas alla del paso del tiempo… cuantos suenios que hubieron y quedaron truncados…
emotivas las fotos, como siempre.
Muchas gracias Mariana…
Si pudiéramos tener nuevamente una red ferroviaria que funcione sin dudas nuestro país sería mucho mejor.